Creo conveniente, ahora, pasado algún tiempo extraer algunas conclusiones de esta intervención, que por sus dimensiones y dificultad es la mas difícil que me ha tocado realizar.
Si tomamos en cuenta la duración del evento (30 dias) la elección de los materiales debe garantizar su estado de conservación en condiciones adecuadas, por otra parte el desmontaje obligaba a devolver el espacio a su estado original sin modificación alguna. Esto condicionaba el proceso de colocación de los mismos, me decante por utilizar cinta doble cara de buena calidad que no contenga capa interior en textil para facilitar su retirada.
Al momento de aplicar las planchas de cartón mi decisión se reveló equivocada, la resistencia del material era tal que no hubo forma de mantenerlo sin que se despegase (cartón corrugado de doble capa), lo que hizo necesario recurrir a un anclaje mecánico (grapas metálicas), por otra parte el aislante en aluminio elegido para muchos de los módulos no dió inconveniente alguno; lo mismo que las hojas en braile.
El uso de un sistema modular para los jardines verticales ha resultado una buena solución,
el mantenimiento fue simple y el resultado de cara a la difusión del producto muy bueno.
La solución aplicada en la escalera (tejer toda la barandilla con cinta fleje para embalajes de gran volumen) ha sido uno de los elementos mas comentados, requirió de un permanente exámen para ajustar la tensión del sistema lo que me hace pensar para futuras ocasiones en refuerzos con adhesivo a modo colaborante. Tal ha sido el resultado que la empresa proveedora del material (Plasticband) ha utilizado la idea en sus oficinas. Especial mención para Jenny y Christian que se pasaron 6 dias tejiendo los casi 100 metros lineales de barandilla.
Finalmente el tema de la logística fue realmente complejo ya que las planchas de cartón se trajeron desde Madrid y en este tipo de eventos donde trabajamos contra reloj resulta muy arriesgado confiar buena parte del proyecto a factores que ya no dependen de uno (estado de las carreteras, puentes festivos, climatología), algo similar ocurrió en el Mercat del Ninot y no creo que vuelva a tomar esta clase de riesgos.
El planning que preparé antes de empezar la obra contemplaba variaciones de este tipo, los puntos críticos fueron estudiados al igual que los habituales «plan B» …. y hasta un «plan C»; y en ocasiones todo lo que puede salir mal, sale mal.
Ha sido una gran experiencia, una increible fuente de aprendizaje y una nueva oportunidad de mostrar mi trabajo al público en general.
Nuevamente gracias a toda la gente que me ha ayudado.